Tipos de facturas que puede emitir un autónomo
Lo primero que vamos a explicar es ¿Qué es una factura? Una factura es un documento comercial que indica la compraventa de un bien o de un servicio, la cual tiene validez legal y fiscal. También se puede decir que es una acreditación de una transferencia de un producto o servicio tras la compra del mismo.
Por eso, hay que tener en cuenta que existen varios tipos de factura y los trabajadores autónomos y las empresas deben conocer bien este tema y los aspectos legales de la emisión de facturas. Pero no hace falta preocuparse demasiado ya que todas los tipos de facturas siguen el mismo patrón. En FIDECO te podemos ayudar en descuentos en facturas ya que somos expertos y contamos con una experiencia de más de 40 años.
TIPOS DE FACTURAS MÁS HABITUALES
Por ejemplo, los autónomos tienen hasta cuatro tipos de facturas diferentes que pueden emitir.
- Factura normal
- Factura simplificada
- Factura rectificativas
- Factura electrónica
La factura normal es la más frecuente y la que legalmente refleja las operaciones más habituales realizadas entre un autónomo y sus clientes. Los datos que se deben incluir en este tipo de factura son un número y una serie, la fecha de expedición de la factura, los nombres y apellidos tanto del destinatario final de la operación como de la persona o empresa que emite la factura, el número de identificación fiscal, el domicilio, la descripción de las operaciones realizadas y el importe de la base imponible.
La factura simplificada entró en vigor durante el año 2013. Este tipo de documento debe realizarse siempre y cuando el importe del trabajo a facturar no supere los 400 euros IVA incluido, y la decisión de emitirla o no será por parte del autónomo o empresa que debe realizar el documento, entre otros aspectos.
Por otra parte, las facturas rectificativas sirven, como dice el nombre, para rectificar o corregir facturas ya emitidas. De hecho, nunca hay que corregir una factura ya emitida, más bien, se redacta una factura rectificativa. Los fallos más comunes a la hora de emitir una factura pueden ser el cálculo de los importes expuestos, la falta de información obligatoria o una cuota mal calculada.
Por último, existe la factura electrónica, la cual es la más usada últimamente. Las facturas electrónicas empezaron a usarse en el año 2018. En realidad, se trata de una versión electrónica de la factura normal en papel. La información que alberga es prácticamente la misma, lo que cambia es que se envía telemáticamente.
Además de estos tipos de facturas frecuentes, también existen otros tipos de facturas que no son tan utilizados, como las facturas proforma. La factura proforma es un documento que emite el proveedor con la finalidad de que el comprador disponga de toda la información necesaria sobre los elementos que componen la transacción, aunque no supone un compromiso de que esta se vaya a realizar ni una obligación de pago.