Impuesto de sociedades: ¿Qué cambia en 2017?
Todas las empresas y entidades interesadas en los trámites de descuento de facturas y demás gestiones relacionadas también están pendientes de los cambios vinculados a impuesto de sociedades para el próximo año.
El impuesto de Sociedades y el déficit público
Bajar el déficit público es uno de los propósitos de Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad. Las medidas de contención del gasto público y los cambios llevados a cabo en las retenciones a cuenta del impuesto de sociedades son los principales motivos por los que el ministro afirma poder cumplir «holgadamente» con el objetivo del 4,6% de déficit pactado.
¿Se avecina una subida de impuestos?
De acuerdo con el ministro, los cambios en el Impuesto sobre Sociedades para 2017 no están basados en una subida de tasas sino en una forma distinta de cobrarlas y gestionarlas. Como hemos comentado, la reducción del déficit público pasa por conseguir fondos a corto plazo.
Para ello, en 2017 el Impuesto de Sociedades deberá ser abonado por adelantado, con una tasa previamente establecida del 20%. Al final del ejercicio, el dinero de más pagado por las entidades se devuelve. Más que un aumento, la medida puede ser considerada como un adelanto de fondos para financiar al Estado. Asimismo, la decisión también tiene como objetivo evitar el fraude fiscal, lo que permite sumar más millones a las arcas del Estado.
Todas las sociedades y entidades jurídicas ubicadas en territorio español están obligadas a ‘colaborar’ para la obtención de renta, al igual que las personas físicas lo hacen a través del IRPF. Con los cambios propuestos para 2017, España pretende recuperar la confianza del Eurogrupo y de la Comisión Europea.
El Impuesto de Sociedades 2017 y las pymes
De acuerdo con el gobierno, el nuevo modelo de pago fraccionado y por adelantado no afectará a las Pequeñas y Medianas Empresas ya que es aplicable a las sociedades que excedan un volumen de facturación de diez millones de euros. El Real Decreto-ley que reglamenta el Impuesto de Sociedades (2/2016) fue modificado el 30 de septiembre y ya está en vigor.
Ahora, cabe a las empresas ajustarse a los nuevos modelos de facturación, sin descuidar la liquidez de los negocios. En algunos casos, descontar efectos comerciales o facturas seguirá siendo una de las maneras más eficaz de equilibrar la contabilidad para afrontar los pagos pertinentes y ganar en competitividad en el mercado.