¿Cómo funcionan las comisiones bancarias en las empresas?

Las comisiones bancarias llevan existiendo desde hace años. Estas son el dinero que cobran los bancos por prestar un servicio al cliente y pueden darse por abrir una cuenta corriente, por entregarte una tarjeta o por pedir un crédito. En este caso cada banco es libre de establecer las comisiones que crea conveniente dentro de los límites establecidos.  

En la mayoría de los casos, el tema de las comisiones bancarias genera mucha confusión entre los consumidores. Por ello, vamos a dar unas pequeñas pautas de cómo funciona:  

  • Los bancos pueden cobrar al cliente lo que quieran por utilizar sus servicios.  
  • El Banco de España no puede poner limitaciones.  
  • Es importante que antes de llegar a cualquier acuerdo, el banco informe sobre el cobro. 
  • Dependiendo de la situación, las comisiones pueden subir o bajar. 
  • El cliente tiene la obligación de conocer de manera transparente la información completa sobre el pago de los intereses y las comisiones. 

Aunque es cierto que no todos los bancos cobran comisiones. Esto depende de la línea a seguir de cada entidad y de cómo lleven a cabo la organización de esta. Las empresas sufren mucho con estas comisiones ya que, dependiendo de la situación, hacerles frente puede suponer un enorme problema.  

Para evitar grandes comisiones, existen entidades financieras alternativas que ayudan a autónomos y a empresas a conseguir la financiación que necesitan. Por ejemplo, desde Fideco, como compañía de descuentos de pagarés, nos encargamos de ayudar a pymes y a autónomos con sus problemas de liquidez. Y, además, de nuestros servicios de descuentos de pagarés, contamos con un servicio de gestión de cobros y también de descuento de pagarés de comunidades.  

Los beneficios de los descuentos de pagarés para las empresas 

Los descuentos de pagarés son muy beneficiosos para aquellas entidades que necesiten financiación de forma rápida, pero este no es el único motivo por el cual se convierten en una buena opción frente a las entidades bancarias. Estos son otros motivos:  

  • La primera es la seguridad. No hace falta abrir una línea de crédito para acceder a las ayudas. Solo se descontarán los pagarés que se consideren necesarios.  
  • La segunda es la flexibilidad que permite. Y, es que, se puede pedir desde el momento en el que se necesite y devolver en cómodos plazos.  
  • La tercera ventaja es el precio, ya que la media de precio suele ser mucho menor.  
  • Por último, no son necesarios los avales para acceder a esta ayuda 

Por todo ello, acudir a entidades de financiación alternativas es una buena forma para que un negocio adquiera la liquidez que necesite.